LAS CARAS SUCIAS DE BENECITO XVI, REVELADORA INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL Y PERIODÍSTICA
Parte II
Benedicto XVI impugnó el celibato sacerdotal en los setenta
MÉXICO, D.F., 28 de enero (apro).- En la década de los 70, cuando fungía como profesor de teología en Ratisbona, Alemania, el papa Benedicto XVI cuestionó el celibato sacerdotal y advirtió que la Iglesia católica estaba obligada a realizar una modificación al respecto.
El 9 de febrero de 1970, Joseph Ratzinger firmó un documento junto con otros ocho sacerdotes que fue enviado a la Conferencia Episcopal de Alemania, en el cual instan a realizar "una urgente revisión" de la regla del celibato, ya que, a su juicio, es una de las causas de la escasez de candidatos al sacerdocio.
El documento, inédito hasta hoy, fue publicado por la revista “Pipeline”, órgano oficial del Círculo de Acción de Ratisbona (AKR, por sus siglas en alemán), y retomado por el diario Süddeutsche Zeitung.
De acuerdo con el texto, el documento fue entregado a la AKR por el teólogo Karl Rahner –antiguo colaborador de Ratzinger—, quien mantuvo en su poder una copia durante 41 años.
"Nuestras reflexiones apuntan a la necesidad de una urgente revisión y un tratamiento diferenciado de la regla del celibato para la iglesia alemana y para la iglesia universal", dice el documento.
Junto con Ratzinger firmaron el actual cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Karl Lehmann (*), así como Walter Kasper, actual cardenal en la Curia Romana (**), quienes expresaron su preocupación por que la regla del celibato no sólo lleve a una escasez de candidatos al sacerdocio, sino también a una disminución del talento de aquellos que optan por la vida sacerdotal.
Asimismo, hicieron hincapié en las dificultades que representa el celibato sacerdotal "en el mundo actual", sobre todo por el ejercicio de la continencia sexual en un mundo lleno de estímulos eróticos, así como por la vida en solitario que, muchas veces, genera la pérdida de reconocimiento en las comunidades.
Por si fuera poco, advirtieron que si el tema del celibato no era discutido "al más alto nivel", tarde o temprano, sería discutido "en un nivel más bajo", lo cual provocaría la pérdida de autoridades de los obispos y una deserción masiva de sacerdotes.
El celibato no es un dogma –subrayó entonces el Papa Benedicto XVI--, y si no es posible reclutar suficientes sacerdotes jóvenes, "entonces la Iglesia está obligada a una modificación". (4)
Revista “Proceso”. 28 de enero de 2011
Notas complementarias sobre la Investigación Periodística de la Revista “Proceso”.
(*) Karl Lehmann, Presidente de la Conferencia del Episcopado Alemán, atacó públicamente en repetidas ocasiones al Papa Juan Pablo II con el fin de que renunciara como Pontífice. El sucesor de Lehmann, en el mismo cargo, fue enjuiciado por los delitos de pederastia clerical.
Varios sacerdotes españoles y diversas investigaciones difundidas en Youtube han demostrado que el actual Benedicto XVI, Joseph Karl Ratzinger Peintner, hijo de padres judío alemanes, es el principal responsable de la liga criminal internacional de la pederastia clerical, dirigía y encubría este plan perverso de degradación clerical mediante el Decreto secreto que suscribió denominado “Decreto del Delito de Solliciationis”, durante su anterior cargo como Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe. Ratzinger es sin duda la cabeza de la Red Internacional de los crímenes de pederastia clerical que ha ensombrecido a la Iglesia.
Ver: http://www.youtube.com/watch?v=89b5vm4K2TY&feature=fvsr Parte 1/4
(**) Walter Kasper, alemán, fue ubicado como Presidente de la Comisión para las relaciones religiosas con el Judaísmo, por ser una posición estratégica para lograr que el Priorato de Sión, integrado por judíos, posicione a Raj Patel, Maitreya, el anticristo, en la Silla de Pedro, que es una de las metas más altas de esta secta infiltrada en la Iglesia desde antes del Papa Juan XXIII y que alcanzó a concretar sus golpes más duros para demolerla desde dentro tal como lo advierten el Tercer Secreto de Fátima y el libro “Complot contra la Iglesia” de Maurice Pinay, editado en Venezuela; y de muchas otras publicaciones que contienen serias investigaciones, entre las cuales se comenta, como una, sino la más completa, la llamada “Cómo llegó el ladrón a la Silla de Pedro” (Cf. http://antiiglesia.blogspot.com; http://rosario.catholic.net/foros/read.php?f=9&i=48254&t=48254... de Catholic.net;
nictitanis.wordpress.com/benedicto-xvi-hijo-predilecto-del-666/ ; iglesiatradicional.blogspot.com/.../el-plan-de-demolicion-de-la-iglesia...
14 Jun 2011 – Serie: ¿Cómo llegó “el ladrón” a la Silla de Pedro? Antecedentes Históricos. Para lograr el plan infernal para demoler a la Iglesia Una, Santa, ...
(***) En el contexto del artículo se descubren las ideas de los supuestos teólogos y cardenales de la corriente modernista de Ratzinger –Rahner, Kasper y Lehmann-, que han tenido cuna perversa en la Conferencia Episcopal Alemana; ellos afirman estos que la Iglesia debe someterse a las condiciones en que viva el Mundo, ajustarse a su estilo de vida, cuando que deberían de preocuparse porque retomar la Doctrina de Jesús para ayudar al Mundo a ser guiado bajo los principios divinos, de la misma manera en que los Evangelios no justifican su validez doctrinal a partir de la existencia de la problemática de cadea uno de los tiempos como pretende la teología de la liberación, sino de ser Luz que ilumine y marque los senderos del caminar humano, los Evangelios no obedecen a las modas de los tiempos, no se ajustan a las modas de los tiempos y de las corrientes del pensamaiento humano, sino que deben ser Luz para orientar a los hombres permanentemente. Los Evangelios tienen una validez inamovible, son inmutables; la Iglesia y su Tradición así deben serlo.
La Iglesia no puede ser luz del Mundo cuando sus principales dirigentes están involucrados en prácticas de pederastia y cosas peores; ellos opacan su grandeza; ni puede la Iglesia ser brújula para el Mundo en tiempos de oscuridad, cuando el supuesto papa dice herejías y sus cardenales son hijos de las tinieblas, como ha sido el caso de Benedicto XVI, él es miembro del Priorato de Sión judío y de cuna germana.
