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miércoles, 25 de mayo de 2016

AL "EJÉRCITO MARIANO", SACERDOTES Y FIELES: ORACIONES DE SANACIÓN INTERIOR

A LOS GUERREROS DEL “EJÉRCITO MARIANO” Y LOS FIELES SEGUIDORES DE LA VIRGEN MARÍA DE GUADALUPE PARA ESTE FINAL DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS.

Este final de los Últimos Tiempos, que no es el final del Mundo, pero que sí se caracteriza por una serie de fenómenos y situaciones graves y dolorosas en todos los órdenes de la vida humana, se ha podido ver a todas luces, el cumplimiento de lo que estaba profetizado, en mucho, tanto en el Antiguo Testamento, con profetas como Daniel, como en el Nuevo Testamento, incluyendo los Evangelios, y varios libros intermedios hasta el Apocalipsis de San Juan que precisa de manera más amplia y definida la crisis que está viviendo la Iglesia y el Mundo.

Los demonios saben que les queda poco tiempo para llevarse almas al infierno, donde ya no hay salida y se sufre intensísimamente por los siglos, instante a instante.

El Cielo, es decir, las Divinas Personas con la Santísima Virgen, a quien han enviado como Su Mensajera, Medianera de todas las Gracias y Reina de los Profetas, nos han dado avisos, advertencias, instrucciones, recomendaciones, ruegos, exhortaciones y entre otros excelentes recursos espirituales, Revelaciones y Profecías en tiempos más recientes. Y hace aproximadamente doscientos años, a través de las Visiones y Revelaciones concedidas a la Venerable Anna Catalina Emmerich, monja capuchina estigmatizada, entre muchas otras revelaciones, la misma Virgen María se ha aparecido en distintos países del Mundo trayéndonos los Mensajes y Avisos del Cielo de lo que sucedería en caso de omitir sus advertencias, hacer oídos sordos, negar su realidad y hasta burlarse de sus amorosas revelaciones para cuidar a Sus hijos, llamándonos a la conversión, a la oración y a llevar una verdadera vida espiritual sustentada en las Enseñanzas del Verbo Divino, Encarnado en el seno purísimo de la Virgen María para llegar inclusive a ser santos.

El Cielo se ha valido hasta de revelaciones y advertencias de los planes del infierno y sus sectarios, por boca y a través de los mismos demonios y almas malditas en varias series de exorcismos, desde tiempos del papa Paulo VI a quien tenían secuestrado los cardenales sectarios en la cúpula vaticana.

En México las Apariciones de la Virgen María de Guadalupe, en el Tepeyac en 1531, tiene un gran significado por la elección que hizo la Madre de Dios. El códice que presenta la Imagen de la Virgen no ha sido entendido debidamente en el contexto de la Gran Batalla que se recrudece en este final de los últimos tiempos y de la elección de éste país en que posó Sus benditos pies la Reina del Cielo y Madre de la Humanidad, a cuyos maternales cuidados nos encomendó Jesús instantes antes de entregar Su Espíritu en manos del Padre cuando lo asesinaron los judíos, los rabinos integrantes de la sinagoga infernal, misma que ahora quiere hacer morir al Cuerpo Místico de Jesús, la Iglesia de Cristo, esta es la razón del Caballo de Troya de los jerarcas infiltrados en la Cúpula Vaticana.

Son públicos los numerosísimos actos réprobos, blasfemias, herejías, abominaciones y sacrilegios cometidos por los dos últimos supuestos papas, claramente identificados como miembros de sectas y prioratos, sionistas y modernistas, de quienes nos advirtieron las Divinas Personas que llegarían a “infiltrase en la Iglesia, llegarían hasta los Más Altos Reinos de la Jerarquía en el Vaticano; y hasta la Silla de Pedro”.

·        El Tercer Secreto de Fátima y las traiciones del cardenal Ratzinger.

El Tercer Secreto de Fátima quiso ser ocultado y distorsionado por Benedicto XVI, cardenal Joseph Karl Ratzinger cuando era Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, en contubernio con otros jerarcas y clérigos al servicios de la masonería, porque de conocerse el verdadero secreto los pondría en evidencia, y los jerarcas, clérigos y fieles del mundo abrirían más los ojos para darse cuenta de que lo que estaba advertido en el capítulo 13, versículo 11 –“los Corderos (los jerarcas) que hablan como la bestia (la masonería) y que están totalmente a su servicio” – ya estaban posesionados de los más altos reinos de la jerarquía en el Vaticano y en el Mundo.

La distorsión y bloqueo del Tercer Secreto fue conjurada a espaldas del pontífice Juan Pablo II quien había dado instrucciones al cardenal Ratzinger de que se difundiera el contenido del secreto. Toda la trama se encuentra detallada en “Cronología de un Encubrimiento”.

Hay muchos, pero muchos más actos ocultos de jerarcas infiltrados de diversas sectas, de la sinagoga infernal con sus prioratos y de los dos últimos papas, uno judío y el otro pro-judío e incondicional marioneta de la plataforma de los illuminati que van a sentar al Anticristo Maitreya al frente de la Iglesia y del Gobierno Mundial que está por emerger, con actos muy dolorosos para la humanidad que sufrirá guerras, pestes, carestías, persecuciones y esclavitud bajo el más cruel Anticristo de la historia: Maitreya.

El Ejército de la Virgen María debe estar como todos los guerreros en sus ejércitos: sanos –mental y espiritualmente-, armados y preparados para estas grandes batallas que ya se dan en todo el Mundo.

Con esta finalidad, la Reina del Cielo, Virgen del Apocalipsis, ha instruido en un reconocido Cenáculo de Profetas del Ejército Mariano que Ella comanda, que se ponga al alcance de sus guerreros y grupos de oración, las Oraciones que les permitirán obtener Gracias, Bendiciones y Sanación Interior para estar en las condiciones que la Virgen requiere para ellos, a fin de no ser vencidos por los demonios y sus siervos.

La Virgen pide se haga Oración muy frecuente, de ser posible diario, con el Santo Rosario –el de Fátima; o el de la Preciosa, o el Rosario Apocalíptico- y rezar la “Coronilla de la Misericordia” (Viene abajo y los Rosarios están en http://oracionesmaspoderosas.blogspot.mx ).

Estas poderosas oraciones, que como todas las Oraciones, deben ser rezadas con fe y meditadas profundamente, son las siguientes:

ORACIÓN POR LA CURACIÓN INTERIOR
P. GABRIELE AMORTH

Señor Jesús, tú has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado.

Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor.

Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación.

Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.

Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte de tu presencia Viviente entre nosotros.
R. ¡Amén!

Oración de Renuncia y Expulsión de Espíritus malignos que afectan nuestra vida.
(Vicios, adicciones, mal carácter, pérdida de memoria, etc.)

En el nombre de Jesús denuncio, renuncio y echo fuera de mí todo espíritu de alcoholismo o de cualquier otra adicción, de mal carácter, de falta de memoria, de falta de control y de dominio de mi ser, irrealidad, inconsciencia, envidia, abandono, gula, suciedad, desorden, malos olores crónicos en mi cuerpo, ropa o casa, de falta de fe, esperanza y caridad, de falta de interés en la vida, de desprecio a la Eucaristía y de aborrecimiento o flojera para tener vida de oración.

En el Poderoso Nombre de Jesucristo corto, destruyo y nulifico los medios a través de los cuales fueron hechos los daños antes mencionados, si fueron muñecos, veladoras, fotos, ropa, cabellos, tijeras, agujas, fetiches, entierros, amarres, maldiciones, conjuros, lo que haya sido hecho y pronunciado en mi perjuicio.

Renuncio a lo que en forma consciente o inconsciente haya yo hecho por otra persona en mi nombre para obtener poderes, dinero, éxito, placeres, fama, buena suerte o pretender saber el futuro, o bien para conseguir el amor y la salud propios o ajenos, o tener dominio y control sobre personas, objetos, animales, lugares, espíritus y fuerzas de la naturaleza. Renuncio al eneagrama, al yoga, la brujería, vudú, a todo tipo de ataduras, al espíritu del mundo, al culto a la muerte y sus demonios, al falso papa o falso profeta y al anticristo Maitreya y al Buda Maitreya, ídolo de la abominación de la desolación.

Nulifico los efectos de cualquier práctica contraria al compromiso adquirido a través de mi bautismo, de fidelidad y reconocimiento a Jesucristo como mi único Salvador, a los Sacramentos, a la Virgen María y a la Iglesia católica. Renuncio a cualquier práctica que me incline a romper con la observancia de los Diez Mandamientos; o a toda práctica y rito oscuro que impida el ejercicio de mi sentido común, capacidad de juicio, entendimiento y voluntad.

Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya intentado sustituir el amor y la confianza de Jesús. Renuncio al rechazo de mis padres desde el instante de mi concepción y durante mi vida en el seno materno. Renuncio al mal que me causaron por intentar abortarme: con hierbas, sustancias químicas o con objetos punzo cortantes. Renuncio a todo el rencor que tengo si fui dado en adopción o abandonado sin haber conocido a mis padres biológicos o a maldiciones recibidas durante mi gestación.

Nulifico por las llagas de Jesús todo mandato de fracaso, muerte en vida y suicidio que hay en mí por estas causas, la incapacidad para aceptar el amor de Dios, para aceptarme a mí mismo o a las personas, para estudiar, trabajar y ser feliz.

Renuncio a todo lo que sea contrario a la salud, el respeto y la dignidad que como templo del Espíritu Santo, necesita todo mi ser y que esté impidiendo relacionarme con Dios, conmigo mismo (a), con mi entorno en una forma sana, tener una familia unida y un trabajo digno y bien remunerado.

Porque Jesucristo se manifestó para deshacer las obras del diablo: habiendo denunciado, renunciado y echado de mí todos los espíritus del mal, los envío atados y amordazados a los pies de la Santa Cruz y les prohíbo regresar.

Habiendo nulificado todos los efectos, causas y consecuencias, tomo autoridad, en el nombre de Jesús, para que caigan todos los bloqueos, tinieblas y barrer las que Satanás construyó a mi alrededor.

Padre Santo, te lo ruego, sana toda mi vida, toda mi historia personal, perdóname, ayúdame, libérame, bendíceme.

Padre Dios, acepto que Tú seas mi Padre, Jesucristo mi Hermano, el Espíritu Santo mi iluminación y la Virgen María mi Madre, porque hoy, yo (di tu nombre) les pertenezco para siempre.

A través de Tu Santo Espíritu, guíame para la reparación de todas las faltas que cometí y enséñame a amar Tu Voluntad. Gracias Padre.
R. Amén, amén, amén.


PLEGARIA DE LIBERACIÓN

Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.
1. De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos:
R. Líbranos, oh Señor.
2. Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos:
R. Líbranos, oh Señor.
3. De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos:
R. Líbranos, oh Señor.
4. De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos:
R. Líbranos, oh Señor.
5. De toda forma de desorden en la sexualidad, nosotros te rogamos:
R. Líbranos, oh Señor.
6. De la división de la familia, de toda amistad mala:
R. Líbranos, oh Señor.
7. De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos:
R. Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mí paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. R. ¡Amén!

LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
(se reza utilizando el Rosario)
Jesús dijo a Sor Faustina (1, 197): 

Rezarás este rosario de la siguiente forma, de preferencia a las 3 p.m. :
Persignarse (+).
Primero, dirás un PADRENUESTRO, un AVEMARÍA y un CREDO.
Credo de los Apóstoles - Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. 

Después, en las cuentas del rosario correspondientes al PADRENUESTRO, dirás las siguientes palabras:

Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.

En las cuentas del AVEMARÍA, dirás las siguientes palabras:
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Para terminar, díganse tres veces estas palabras:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

BREVES ORACIONES PARA REZAR A LAS TRES DE LA TARDE
(Tres de la tarde: hora de la misericordia)
Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota. (IV, 59).
Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para nosotros, en Ti confío. (1, 35).

LETANIAS A LA MISERICORDIA DIVINA
Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros. 
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos: Jesucristo escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros. 
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros. 
Santísima Trinidad, que sois Un solo y verdadero Dios, ten piedad de nosotros.

* Responder: EN TÍ CONFÍO
1.- Jesús, Rey de Misericordia, que has redimido el mundo.*
2.- Jesús, Rey de Misericordia, por quien todas las cosas fueron creadas.*
3.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has santificado.*
4.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos revelasteis el misterio de La Santísima Trinidad.*
5.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos manifestasteis la Omnipotencia de Dios.*
6.- Jesús, Rey de Misericordia, que te manifiestas en la creación de los espíritus celestiales.*
7.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos formasteis de la nada.*
8.- Jesús, Rey de Misericordia, que abrazas todo el universo.*
9.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos das la vida eterna.*
10.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos proteges del castigo merecido.*
11.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos libras de la miseria del pecado.*
12.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes la justificación en el Verbo Encarnado.*
13.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes misericordia por Tus Santas llagas.*
14.- Jesús, Rey de Misericordia, que brota de Tu Santísimo Corazón.* 
15.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos diste a la Santísima Virgen como Madre de Misericordia.*
16.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual has sufrido Tu Encarnación, Pasión y Muerte.*
17.- Jesús, Rey de Misericordia, por medio de la cual ayudas a todos, en todas partes y siempre.*
18.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual nos has prevenido con Tus Gracias.*
19.- Jesús, Rey de Misericordia, la que nos has manifestado revelándonos los Misterios Divinos.*
20.- Jesús, Rey de Misericordia, la que manifestaste instituyendo Tu Santa Iglesia.*
21.- Jesús, Rey de Misericordia, que habiendo instituido los Santos Sacramentos, nos abriste los torrentes de Tus Gracias.*
22.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con los Santos Sacramentos del Bautismo y de la Penitencia.*
23.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con la Santísima Eucaristía y el Sacerdocio*
24.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has llamado a Nuestra Santa Fe.*
25.- Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas por la conversión de los pecadores.*
26.- Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas iluminando a los fieles.*
27.- Jesús, Rey de Misericordia, que la revelas por la santificación de los justos.*
28.- Jesús, Rey de Misericordia, que llevas a los santos a la cumbre de la santidad.*
29.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tus Santas llagas.*
30.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tu Santísimo Corazón.*
31.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres consuelo de los enfermos y afligidos.*
32.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el único consuelo de los corazones afligidos.*
33.- Jesús, Rey de Misericordia, que das esperanza a las almas que se hallan en desesperación.*
34.- Jesús, Rey de Misericordia, que acompañas a todos los hombres siempre y en todas partes.*
35.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos colmas con el torrente de Tus Gracias.*
36.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el refugio de los moribundos.*
37.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el consuelo de las almas del purgatorio.*
38.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la Corona de todos los Santos.*
39.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el gozo celestial de los que se salvan.*
40.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la fuente inagotable de los milagros.*
41.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la salvación del mundo entero.*
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.


Las Misericordias de Dios, son más grandes que todas sus obras.
Por eso cantaré las Misericordias de Dios para siempre.



El Amor de Dios es la flor; La Misericordia el fruto. Que el alma titubeante lea estas consideraciones sobre la Misericordia Divina y recobre la confianza.
Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre, en Ti confío.

Misericordia Divina, supremo atributo de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, misterio incomprensible, en Ti confío.
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, humano o angélico, en Ti confío.
Misericordia Divina, de donde brotan vida y felicidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, más sublime que los cielos, en Ti confío.
Misericordia Divina, manantial de milagros y maravillas, en Ti confío.
Misericordia Divina, abrazando todo el universo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que bajas a la tierra en la Persona del Verbo Encarnado, en Ti confío.
Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el Corazón de Jesús, en Ti confío.
Misericordia Divina, enclaustrada en el Corazón por nosotros, y especialmente por los pecadores, en Ti confío.
Misericordia Divina, insondable en la institución de la Sagrada Hostia, en Ti confío.
Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia, en Ti confío.
Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la justificación de nosotros por Jesucristo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de la vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos abrazas, especialmente a la hora de la muerte, en Ti confío.
Misericordia Divina, por quien recibimos el don de la inmortalidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, siempre a nuestro lado en cada instante de nuestra vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, escudo protector de las llamas infernales, en Ti confío.
Misericordia Divina, por quien se convierte el pecador empedernido, en Ti confío.
Misericordia Divina, que dejas atónitos a los ángeles; inasequible también a los santos, en Ti confío.
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria, en Ti confío.
Misericordia Divina, manantial de felicidad y gozo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que de la nada nos trajiste a la existencia, en Ti confío.
Misericordia Divina, que rodeas con Tus brazos toda obra de Sus manos, en Ti confío.
Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos, en Ti confío.
Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados, en Ti confío.
Misericordia Divina, única esperanza de los desesperados, en Ti confío.
Misericordia Divina, remanso de corazones, paz en la turbulencia, en Ti confío.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas, en Ti confío.
Misericordia Divina, esperanza renovada, perdida ya toda esperanza, en Ti confío.

Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu bondadosa mirada y aumenta Tu misericordia en nosotros para que en los momentos difíciles, no nos desalentemos ni nos desesperemos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es Amor y Misericordia.
Oh incomprensible e infinita Misericordia Divina, ¿quién podrá adorarte como Te mereces?. Eres la dulce esperanza del pecador. Uníos estrellas, mar y tierra en un sólo himno y cantad a coro, con vuestra mejor voz, la misericordia Divina, cuya comprensión no se nos alcanza. (11, 296-29)