Cueste lo que cueste
El ‘demócrata’ de la izquierda
mexicana prepara una extensa maquinaria de gobierno para arrebatar las
elecciones en 2024, para hacerse del resultado de los comicios.
La Aldea
septiembre
29, 2022 | 12:15 pm hrs VIGENTE Y URGENTE Nota del Periodico EL FINANCIERO.
El encuentro fue a puerta cerrada. Sólo asistentes
convocados por el presidente. Los 21 gobernadores morenistas presentes y
algunos asesores, el secretario de Gobernación.
Reunión supersecreta para hablar de temas
delicados: las elecciones del 2024.
Al más puro
estilo presidencial, empezó por hacer un amplio recorrido histórico. El siglo
XIX, sus vaivenes, las luchas intestinas entre liberales y conservadores, cuya
denominación auténtica embona hoy en día a la perfección con la actual retórica
presidencial.
Algunos
representantes de diputados y del Senado, sólo los de confianza.
La Aldea
Al más puro
estilo presidencial, empezó por hacer un amplio recorrido histórico. El siglo
XIX, sus vaivenes, las luchas intestinas entre liberales y conservadores, cuya
denominación auténtica embona hoy en día a la perfección con la actual retórica
presidencial.
Algunos
representantes de diputados y del Senado, sólo los de confianza.
Luego de lleno al siglo XX,
Revolución y pos-Revolución, dónde se atoró el proyecto revolucionario –a ojos
de AMLO–.
“A Lázaro Cárdenas se le fue
el país entre las manos... perdió el apoyo del pueblo”.
“A nosotros no nos puede
pasar eso”, dijo AMLO con expresión nítida y clara.
No podemos permitir que los
conservadores le den la vuelta al proyecto transformador de México, perder los
años de lucha y de trabajo con el pueblo.
“Por eso necesito su ayuda
para ganar las próximas elecciones en 2024″, necesitamos trabajar muy duro, en
cada barrio y colonia para contar con los votos de la gente.
“Hay que hacer todo lo que
sea necesario” para conseguir la victoria.
Las y los gobernadores muy
atentos, escuchando al caudillo y su arenga electoral.
UN PACTO
CON SATANAS CON EL BASTON DE MANDO CON BRUJOS Y CHAMANES EN EL ZOCALO DESDE EL PRIMER
DIA DE SU GOBIERNO.
Una de las razones por las
que satanás quiere que prevalezca la herodiana “ley del aborto”, como
sacrificios de sangre a él, que promovió López Obrador a través de su instrumento
del mal osario Robles, en ese entonces Jefa de Gobierno capitalino como su
nuera, la judía sectaria illuminati comunista Claudia Scheinbaum Pardo hizo el “símbolo
illuminati abrazo de la momia egipcia como el de la Cruz pectoral del comunista
y gay Jorge Mario Bergoglio de culto homosexual egipcio de la “Ordo Templi
Orientis” de culto egipcio, como el culto a Moloch en California, EUA.
Cueste lo que cueste, vamos
a tener que ganar para garantizar que nuestro proyecto permanezca y se
consolide -el comunismo y la dictadura de la 4T, de las etapas que menciona la Carta de Fidel
Castro a Hugo Chávez en el 2005 cuyos pasos ha seguido López Obrador y Nicolás
Maduro para imponer el infernal comunismo-.
Tienen mi autorización para
hacer lo que sea necesario para conseguir el resultado.
En los hechos, el presidente
le otorgó a los gobernadores morenistas carta blanca para violar la ley
electoral. Hay que hacer lo que sea necesario para asegurar la victoria, les
dijo, no podemos permitir que se repita el caso del general Cárdenas.
No les dio instrucciones
precisas, no ofreció un repertorio de métodos para acarrear, comprar, manipular
votos, pero lo dejó implícito.
El ‘demócrata’ de la
izquierda mexicana prepara una extensa maquinaria de gobierno para arrebatar
las elecciones en 2024, para hacerse del resultado de los comicios cualquiera
que sea la voluntad de los electores.
Se llama fraude. Planeado y
orquestado, diseñado a priori, con la cartera y el presupuesto
abierto para influir a como dé lugar, para convencer, forzar, manipular y, si es
necesario, robar votos y urnas para mantener el control.
No está dispuesto a aceptar
una derrota en las urnas. Quiere evitar toda posibilidad mediante la
intervención ilegal, clara y frontal de los gobernadores.
Hagan lo que sea necesario
para garantizar el resultado –¡en la voz del presidente de la República!
Esto es mucho más grave que
una iniciativa para desmantelar al INE, que –de suyo– tiene su gravedad.
En su encuentro a puerta
cerrada con gobernadores de Morena, la instrucción fue clara: cueste lo que
cueste.
No hay antecedentes en la
historia moderna de México.
Hay evidencias múltiples de
que varios presidentes –casi todos– intentaron por diversas vías influir en el
resultado electoral de su sucesión, impulsar a su candidato, brindar
facilidades y acceso a presupuesto, desviar o bloquear el camino de opositores.
¿Pero esto? Un presidente
que abiertamente llama a funcionarios electos –que
se deben a sus ciudadanos, no al presidente de México– a violar la ley,
manipular resultados, invadir e infringir toda competencia y normatividad
electoral, nunca lo habíamos visto.
A Andrés Manuel le va la
vida en su sucesión, en el control del proceso y el triunfo de su opción de
país. Hará todo lo que esté a su alcance, esta reunión es evidencia clara de
que no se detendrá ante nada —marco jurídico, legislativo, institucional,
presupuestal— para lograrlo. Absolutamente sin precedentes.
Lo han dicho varios,
enfrentamos la mayor amenaza a la democracia mexicana en décadas. El titular
del Poder Ejecutivo federal, desde su posición y poder, desde su control de las
finanzas públicas y la total obediencia de las Fuerzas Armadas, conspira para
controlar las elecciones e imponer a su sucesor(a).
La continuidad de su fallido
proyecto de transformación –dígame usted qué se ha logrado transformar de fondo
en la vida política, social, económica de México en cuatro años– lo arrincona
al capricho y al florecimiento de su conducta y faceta más oscura: la
dictatorial. No puede convertirse en Daniel Ortega (actual dictador de Nicaragua)
porque sería rechazado ampliamente por segmentos sociales y políticos de México
y del mundo, pero sí puede construir este proyecto continuista en proceso: el
obradorato encarnado en su más fiel e incondicional seguidora: Claudia
Sheinbaum.
Para lograrlo necesita –así
se los dijo– que todos “sus” gobernadores se arremanguen la camisa, y se metan
de lleno a la manipulación del proceso electoral.
Presupuesto, oficinas,
equipo, vehículos y por supuesto recursos humanos y financieros, serán
desviados desde los gobiernos morenistas, para impulsar a quien el caudillo
señale como su sucesor(a).
Un presidente que rompe la
ley y que invita, convoca, somete a sus “subalternos” a seguir su ejemplo, a
romperla también. El peor momento político de México, el de mayor riesgo y
graves consecuencias está por venir.