EXTRA URGENTE MENSAJE PARA “NOCHE BUENA” de la Virgen María, “Reina de la Paz” a todos Sus hijos del Mundo
a través de los Profetas “Rosa Celestial” y “Ángel Mensajero de la Santísima Trinidad”; viernes 23 de Diciembre 2011, a las 12:00 hrs. (Retiro en la Capilla de la “Reina de la Paz”)
• ¡Cómo debéis honrar a Jesús, vuestro Niño Dios!
Habla la Reina de la Paz:
Muy amados pequeñitos Míos, este sábado 24 de diciembre debe ser una ocasión maravillosa para celebrar al Amor, para celebrar la Natividad de vuestro Salvador y Redentor.
Hay formas especiales y muy honrosas como conmemoráis el Nacimiento del “Niño Jesús”. Debéis saber, abrid vuestros oídos y entendimiento a Mis palabras, pues quiero avisaros que ya hay muchos hombres y mujeres que practican el maleficio, la brujería, los hechizos, el chamanismo, el vudú y otros ritos oscuros y dan culto a la muerte, y de igual manera, miembros de muchas sectas impías, que para conseguir más poder dado a ellos por el Infierno y sus ángeles caídos y demonios, hacen ritos y pactos específicos en estas vísperas de la Natividad de Jesús.
Habréis de saber, que los demonios les conceden mayor poder maléfico a estos hijos entenebrecidos por la maldad, que están acompañados y asociados de presencias de “entes malignos” para ejercer su “oficio del mal”, ofreciendo a cambio ya no solo sus almas, sino la comisión de gravísimas ofensas a Dios Hijo, con verdaderas abominaciones rituales, realizadas con las más inimaginables bajezas.
Son ofensas cometidas con el desecho de sus propios cuerpos y con sus mismos cuerpos; escupen, orinan, pisotean, se burlan, perforan, y realizan muchísimos actos denigrantes que ni las bestias se atreverían a realizar contra Su Señor, pues Jesús, el Hombre-Dios, es también Aquél de las Tres Divinas Personas, ante quien será puesto todo y a todos como estrado de Sus Benditos Pies; y en esos momentos de rendición de cuentas al final de sus vidas, tendrán el justo castigo que hayan merecido por sus ofensas, abominaciones y participación en estas gravísimas conductas para ofender las Imágenes y a las figuritas del “Niño Jesús” que debe ser adorado en este día tan especial.
Llamo a todos los Grupos de Oración y a los de Combate Espiritual para que establezcan guerra espiritual contra los ángeles caídos y demonios; y contra los sectarios y maleficieros que realizarán estos actos abominables contra Mi Divino Hijo el día de mañana.
Armaos espiritualmente como os ha enseñado San Pablo; y estableced, de la misma manera, la guerra espiritual contra los entes malignos y los siervos del reino de las tinieblas –los sectarios y maleficieros, hombres-lobo y animales infernales-, “rompiendo, quemando, destruyendo y nulificando con al Espada de San Pablo y con Mi Cetro de Poder Virginal, todo triple sello y todo triple conjuro y maldiciones contra el “Niño Jesús”; ofreced los “Misterios Dolorosos del Rosario”, y en cada Decena definid un triunfo específico contra estos entes del mal que se alcanzará por el Poder de la Preciosa Sangre de Cristo que venció a los demonios desde Su Cruz.
Podéis también ofrecerle un Regalo de Navidad a Mi Hijo: ¡Alabadlo y Reparad las múltiples ofensas que se cometerán contra Él y las que se han cometidas hasta el día de mañana. Invocad al Espíritu Santo, a los Santos Ángeles, a todos los Santos y sumad las Gracias alcanzadas con vuestras oraciones y buenos actos en vuestras vidas, para que así MI Hijo, alabado y adorado, tome vuestro regalo y obtenga el triunfo espiritual, el consuelo a Su Sacratísimo Corazón y se acerque cada vez más a ustedes en todo el Mundo.
Yo estaré al frente de esta batalla con ustedes, no tengan miedo; prohíbanles a los demonios toda venganza y toda molestia a ustedes y a todos sus familiares y amigos con el poder que Jesús les ha concedido a “sus palabras y del Poder que Él les ha compartido, denle estas órdenes a los demonios” y veréis que todo transcurrirá bajo la Luz del Santo Espíritu de Dios, la protección de los Ángeles y la de Mi Manto y Cetro de Poder como Reina y Madre de la Iglesia.
La Celebración de la Cena de la Natividad, que no se convierta en puerta de entrada de los demonios de alcoholismo y drogadicción, de competencias, violencia y rivalidades, o el revivir de resentimientos y recuerdos dolorosos; Satanás quiere ganar el mayor número de almas en este final de los últimos tiempos porque sabe que le queda poco tiempo para ser vencido y encarcelado por mil años.
El demonio Asmodeo quiere propiciar las separaciones conyugales y familiares, provoca y alienta los adulterios, las fornicaciones y también las borracheras. Asmodeo provoca el uso de ropas de vestir poco decorosas, con las modas modernas os lleva a exhibir impúdicamente vuestros cuerpos, os incita a provocar la excitación sexual, y hasta hace que vistáis a vuestros hijos de manera provocativa para que después sean abusados sexualmente y se vaya rompiendo la pureza de sus corazones.
Las ropas tradicionales son las que mejor os visten, alejadas de la sensualidad provocativa; vestid con pudor a vuestros hijos y vosotros mismos, no solo en la Noche de Navidad sino permanentemente, sed dignos hijos de Dios; no faltéis al pudor y a la conservación de la pureza e inocencia de vuestros hijos y de los hijos de los demás.
Os veis mejor con la ropa tradicional y conservadora, cubrid vuestros cuerpos con ropa que proteja vuestro “santo pudor” sin exhibir provocativamente vuestros cuerpos y sus partes.
No permitáis que cualquier pequeño incidente se torne en un escándalo en la Noche Buena, recordad que los demonios estarán atentos para incendiar el espacio de vuestra reunión, no les permitáis que se apropien de vuestra celebración espiritual ofrecida a vuestro Dios, sed tolerantes, amorosos, caritativos, sencillos y humildes. Recordad a Quien celebráis y si todo lo que haréis esta noche sería de Su Agradado.
Agradeced a Mi Hijo todo lo que os ha dado y os dará, observad Sus Enseñanzas de Amor y los Diez Mandamientos o Ley de Dios.
Yo Soy la “Reina de la Paz”, y os bendigo a todos en el Nombre de Dios Padre, del “Niño Jesús”, del Espíritu Santo y en Mi Nombre, os guardo en Mi Corazón y espero la ayuda de todos Mis hijos en el Mundo como os lo he pedido.
Amén, amén, amén.