¡DIOS HABLA SOBRE EL
ENGAÑO DEL COVID 19 Y MUCHO MÁS!
Serie: 1 a 6
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Mensaje de Nuestro
Señor Jesucristo a J. V., dado el 5 de marzo del 2020.
Mi Sangre
Divina se sigue derramando por todos vosotros, buenos y malos, pero vosotros,
Mis pequeños, que estáis Conmigo, ofreced a Mi Padre, Mi Sangre, Mis Dolores,
Mi Vida entera por la salvación de vuestros hermanos, que tanto necesitan de
cambio.
¡AyudadMe a
salvar millones de almas de vuestros hermanos
!
Rosario vespertino - Mensaje ÚNICO
Primer Misterio. - Habla Nuestro
Señor Jesucristo.
Hijitos
Míos, estuve con vosotros, reuní un rebaño, fue pequeño, pero éste se fue
engrandeciendo con el tiempo, Mi Palabra llegó a todos los rincones de la
Tierra, todos llegaron a conocer Mi Mensaje, pero no todos lo tomaron. Los que
aceptaron vivir, de acuerdo a como se vive en el Cielo, que es lo que os vine a
Enseñar, Conmigo están, y algunos, todavía estarán.
Como os
dije, Mi
Predicación empezó con un pequeño grupo y la Purificación dejará a un pequeño
grupo, también. Esto Me da mucha tristeza, Mis pequeños, porque, con esto, os
dais cuenta cómo el hombre no ha querido tomar la Sabiduría Divina como modo de
vida.
A pesar de
que se os dio la Fe, no la quisieron cultivar, no la quisieron incrementar y,
satanás, fácilmente, destruyó a esas almas que no se supieron proteger con todo
lo que Yo os di, para que os protegierais, para que crecierais en Fe, en Amor,
en Virtudes, en vida espiritual. Ciertamente, vinisteis al mundo, a un lugar
lleno de maldad, pero con una protección muy grande para poder vencer a las
fuerzas de satanás, pero, desgraciadamente,
la gran mayoría de vosotros, todavía creéis que las fuerzas de satanás son
superiores a las Mías, y, por eso, os atemorizáis ante los acontecimientos que
se van dando a vuestro alrededor; y nuevamente, os digo, como les dije a Mis
Apóstoles ¿hasta cuándo tendré que estar entre vosotros?
Ciertamente,
a esta generación ya se le acabó el tiempo y va a tener que padecer su falta de
interés en amarMe y en servirMe. Soy vuestro Dios y Soy vuestro Salvador, y
obedecí a Mi Padre, para venir a levantar a este mundo, que estaba subyugado,
que estaba muerto, que estaba destrozado por satanás. Algunos Me siguieron, y
una gran mayoría se olvidaron de Mí. Varias generaciones han pasado desde que
estuve Yo entre vosotros, algunos están Conmigo, pero una gran mayoría,
desperdició todo lo que Yo os vine a dar. Os digo todo esto, Mis pequeños, para
ver, si entendéis todo lo que Yo he hecho por vosotros y que os podáis salvar,
todavía, algunos más.
Os he dicho
que ya estáis en Tiempo de Justicia, de Mi Justa Justicia, en donde os tomaré
cuentas de todo lo que se os dio, de todo lo que dejasteis entrar en vuestro
corazón, pero, también, de todo aquello que desperdiciasteis, que ni vosotros
mismos utilizasteis para vuestro bien ni tampoco disteis a vuestros hermanos,
para ayudarles a su propio bien.
Como alguna
vez dije en las Escrituras: “sois una generación perversa”, también,
vosotros lo sois en este tiempo. Estáis viendo, cómo el mal os está
manipulando, os está destrozando, física y espiritualmente y ni así entendéis.
Tanto Yo,
como Mi Madre, la Siempre Virgen María, os heMos dado todos los remedios para
que podáis vencer a satanás en estos tiempos, pero no queréis entender; satanás
se ha infiltrado por todos lados y os hace creer que terminando vuestra vida,
termina todo, y otra vez, falta de Fe. No os ha interesado entrar a conocer el
Libro Sagrado, la Santa Biblia, para crecer y para que aprendáis lo que
tendréis eternamente.
Os habéis
materializado tanto, que ya estáis como Mi Apóstol: si no toco, no creo. Pero
será demasiado tarde para muchos de vosotros, cuando lleguéis a esa conclusión,
veréis, tocaréis, y perderéis lo que estaba reservado para vuestro Bien. Satanás os irá
atacando, cada vez, más fuerte, y no estáis preparados para ese encuentro,
seguís pensando, solamente en vosotros.
Vuestra misión, que es la
de salvación de vuestra alma y la de muchos de vuestros hermanos, a través de
vuestra oración, a través de vuestra donación, a través de vuestra intercesión,
no se ha dado, ni os importa.
Si no estáis
preparados para luchar por vuestra salvación, ¿estaréis preparados, entonces,
para sufrir eternamente?, y aun así os mantenéis sin Fe, sin interés de lo que
os pueda suceder.
Satanás es
un enemigo difícil, que os conoce perfectamente, y que os pone toda clase de
tentaciones, para que no Me sigáis, porque os ha faltado la oración y la vida Sacramental, éstas
dos, principalmente, os unen Conmigo, pero si no Me queréis conocer, si no os
interesa convivir Conmigo, estáis perdidos y os lo digo así, Mis pequeños,
estáis perdidos.
Los
acontecimientos, como os dije, se seguirán incrementando y todavía, esto lo
permitiré por Misericordia hacia todos vosotros, Mis hermanos, a los que vine a
salvar. Todavía,
muchos Me negaréis, no os interesará vuestra vida futura eterna, pero os pido,
a vosotros, los que sí habéis entendido y aprendido de Mí, que sigáis orando
por vuestros hermanos necios, testarudos, pecadores; tomadlos, como podáis, en
oración y ponédMelos en Mi Corazón.
Sufrí y Morí
por todos vosotros y especialmente, por los testarudos, que Yo, ya, desde ese
momento de Mi Pasión, os conocía, pero, os he dicho, también, que la oración cambia todo y por
eso acudo a vosotros, los que Me amáis, y que amáis a vuestro prójimo, que
pidáis por todos aquellos de corazón duro, para que puedan entender, cuando
menos, un momento antes de morir, el error en el que estaban.
Prácticamente
vivís como si nada os importara, pero los acontecimientos os harán cambiar. Mi Sangre Divina se sigue derramando
por todos vosotros, buenos y malos, pero vosotros, Mis pequeños, que estáis
Conmigo, ofreced a Mi Padre, Mi Sangre, Mis Dolores, Mi Vida entera por la
salvación de vuestros hermanos, que tanto necesitan de cambio. Ciertamente,
actúan mal, cometen mucha maldad y errores que vosotros odiáis, pero Mi Amor
perdona todo eso y más.
Confiad, pues, Mis
pequeños, en que todavía se pueden salvar infinidad de almas, si vosotros Me lo
pedís, no perdáis la Fe y la Confianza en Mí, vuestro Salvador.
Yo conocía,
ya, perfectamente, todos estos tiempos y los que vienen, y por eso, os repito,
que se pueden salvar, todavía, muchas almas, si los que están Conmigo, oran por
sus hermanos. Gracias, Mis pequeños.
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