¡DIOS HABLA SOBRE EL
ENGAÑO DEL COVID 19 Y MUCHO MÁS!
Serie: 6 de 6
Mensaje de Nuestro
Señor Jesucristo a J. V. dado el 19 de marzo del 2020
Los tiempos
son difíciles, y no Me refiero a lo que estáis viviendo ahora, son tiempos
difíciles y muy peligrosos para vuestra vida espiritual, los que se han de
venir en muy poco tiempo, ¡en muy poco tiempo!
Rosario vespertino - Mensaje ÚNICO
Primer Misterio. - Habla Nuestro
Señor Jesucristo (Lenguas…)
Hijitos
Míos, Yo, vuestro Redentor, vine a la Tierra con la Misión de salvaros, de
ayudaros a crecer espiritualmente, y a ayudaros a llevar una vida diferente,
muy diferente a la que habíais llevado antiguamente. Ciertamente, se guiaban,
en aquél tiempo, por lo que decían los profetas del Antiguo Testamento, el legado
que les habían dejado para ser mejores. Pero, cuando llego Yo, es un parteaguas
para la humanidad. Se da el Antiguo Testamento y el Nuevo, que empezaría Yo,
porque, vuestro Dios había llegado ya a estar entre los hombres.
En Nuestra
Santísima Trinidad reconociMos el momento, en que el hombre necesitaba, ya, un
crecimiento espiritual fuerte; satanás los estaba doblegando ya demasiado. La
confusión era mucha, había una gran obscuridad espiritual y cuando es así, cada
quien forma su propio criterio de actuación y creencia, vosotros, no sois
capaces de adquirir la perfección por vosotros mismos.
Nosotros,
vuestro Creador, Redentor y Guía Espiritual, que soMos, en Nuestra Santísima
Trinidad, soMos los que hacemos el cambio espiritual que cada uno de vosotros tenéis
a lo largo de vuestra existencia.
Nosotros
soMos la Perfección, ningún hombre puede llegar a esa perfección por sí solos.
Pero, hay algunos que creen tenerla, porque ciertamente, se salen de los
parámetros humanos y se sienten superiores porque los ha guiado satanás.
Ciertamente,
son diferentes, pero en la maldad y esa maldad unida a vuestra incapacidad para
vivir en la perfección y en el Bien, causa muchos errores entre todos vosotros.
Esto se ha dado en todas las etapas de la vida del hombre, porque satanás
existe, es una realidad, aunque muchos quieran negarlo y, desgraciadamente, los
hay, aun dentro de la misma Iglesia. Hay hijos Míos, ministros de la Iglesia,
que se dejan llevar por su vida humana y hacen sus conjeturas, humanas, y creen
quedar bien ante vosotros, porque han inventado una diferente tesis y creen ser
mejores por ello, pero, realmente, están actuando en contra de los principios
que se os han enseñado para alcanzar la perfección de vida.
Ahora,
vosotros, estáis viviendo también, nuevamente, esa obscuridad espiritual y ya
es tiempo de eliminar todo eso que se ha salido del contexto espiritual que se
os ha enseñado. Se os dio la perfección, primero, con Mi Padre, en el Antiguo
Testamento, a través de los profetas, y luego vine Yo, vuestro Salvador,
vuestro Redentor, Dios-Hombre entre vosotros, y les vine a dar plenitud a los
profetas del Antiguo Testamento.
Pero el
hombre es necio, el hombre quiere hacer su propia voluntad, no se deja llevar
por la Perfección y, al hacer su propia voluntad y creer que tiene la razón,
causan muchos estragos espirituales; y es ahora lo que estáis viendo a vuestro
alrededor: diferentes sectas, diferentes maneras de pensar, cada quien hace su
propia vida espiritual, prácticamente, y creen tener la razón, cada uno de
ellos.
Ciertamente,
(Lenguas…) se os concede el libre albedrío, pero para moveros dentro de
Nuestras Reglas impuestas, y lo digo y lo repito así, Nuestras Reglas impuestas,
para alcanzar la perfección a la que estáis llamados. Tenéis libertad en el
Amor y eso es vida en perfección, pero si os salís de ahí, caéis al error y es
cuando vosotros erráis fuertemente, y creáis ideologías muy diferentes a lo que
se os enseñó, para que, al final de vuestra existencia regresarais al Reino de
los Cielos, pero porque llevasteis a cabo, durante vuestra vida, actos dentro
de esos parámetros de Amor que Nosotros os diMos.
Sois necios,
tontos, os amaMos y quereMos lo mejor para vosotros, conoceMos el actuar del
hombre y os trataMos de mantener dentro de esos parámetros de Amor, dentro de
esas Reglas impuestas, pero para vuestro bien, y que son los Mandamientos.
El pecado, la maldad a
donde os lleva satanás, os hace actuar fuera de esos Diez Mandamientos y es
cuando cometéis los graves errores en los que está hundida, ahora, la
humanidad.
Son tan
pocas las almas, ¡tan pocas las almas!, que tratan de vivir en la perfección
que se os ha dado, y la Perfección que se os dio, es Mi Vida, son Mis Palabras,
son Mis Enseñanzas, que os dio Todo un Dios que se hizo Hombre para salvaros.
Como os
dije, tenéis libertad de actuar, pero no bajo vuestros principios, sino bajo
los Principios Divinos de Nuestra Santísima Trinidad. Viviendo así, Mis pequeños,
podréis dejar mucho ejemplo de vida Divina entre los vuestros, pero si queréis
negar lo que es perfecto y creéis que lo vuestro o lo que pensáis y hacéis sea
lo perfecto, desde ese preciso momento, vuestra soberbia os lleva a un caos
personal y a un caos social, si hay quienes os sigan o que atiendan a vuestras
falsas ideas o formas de actuar y, desgraciadamente, de esos hay muchos
hermanos vuestros, alrededor de la Tierra, que os están llevando al error y a
la separación, para que no regreséis al Reino de los Cielos, os separan de la
Divinidad y os llevan hacia satanás, hacia todas sus obras, pensamientos,
errores, maldad.
Mis
pequeños, sigo entre vosotros, no os abandonareMos nunca, precisamente, por
saber lo limitados que sois, por saber que os conformáis con tan poco haciendo
vuestra vida espiritual mediocre y muchas veces, nula. Regresad, pues, a Mí,
Mis pequeños, a vuestro Salvador.
Los tiempos
son difíciles, y no Me refiero a lo que estáis viviendo ahora; son tiempos
difíciles y muy peligrosos, para vuestra vida espiritual, los que se han de venir
en muy poco tiempo, ¡en muy poco tiempo! Si no os protegéis espiritualmente, si
no reconocéis en Nuestra Divinidad, que ahí está la salvación para todos
vosotros, vuestra perdición, será vuestro futuro eterno.
Vivid en el
Amor, Mis pequeños, vivid deseando regresar al Reino de los Cielos, pedidNos
eso, tanto para vosotros como para vuestros hermanos. Alabad Mi Santo Nombre,
os escucharé, os tomaré de la mano, os sacaré del pozo en el que estáis, ahora,
ahogándoos. Pozo de errores, de maldad.
Satanás,
entended, satanás quiere vuestra destrucción eterna y mientras tanto, mientras
viváis sobre la Tierra, os toma como instrumentos de mal. No seáis instrumentos
de aquel que nunca regresará al Reino de los Cielos, Yo vine a salvaros.
Cuando venís a Mí, os tomo,
os protejo, os guío, os levanto y os doy ánimo para seguir adelante por el buen
camino.
Yo no Me fijo, ya, en
vuestra caída, sino, al contrario, os doy ánimo para seguir por el camino
recto, el que os va a llevar hacia la Luz Eterna. Gracias, Mis pequeños.
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