Cardenal Burke: “La situación es intolerable. No
sólo es posible, sino necesario criticar al Papa”
05/04/18
5:20 PMpor Corrispondenza Romana
«Lo sucedido con la
última entrevista concedida a Eugenio Scalfari durante la Semana Santa supera
todo lo tolerable», ha declarado el cardenal
Raymond Leo Burke en una entrevista a Ricardo Cascioli aparecida en La nuova bussola quotidiana el pasado 4 de abril.
«Que un ateo
pretenda anunciar una revolución en la enseñanza de la Iglesia Católica, afirme
hablar en nombre del Papa, y niegue la inmortalidad del alma humana y la
existencia del infierno ha suscitado un escándalo tremendo, no sólo para muchos
católicos, sino también para numerosos laicos que respetan la Iglesia Católica
y sus enseñanzas aunque no las compartan”, declaró el cardenal estadounidense,
uno de los cuatros firmantes de los dubia en 2016. «Es más, la
respuesta de la Santa Sede a la reacción de escándalo que se ha producido en
todo el mundo ha sido en extremo insuficiente. En lugar de reafirmar claramente
la verdad sobre la inmortalidad del alma humana y el infierno, el mentís se
limita a decir que algunas de las palabras citadas no son del Papa. No dice que
el Sumo Pontífice no esté de acuerdo con las ideas erróneas, e incluso
heréticas, expresadas por dichas palabras, ni que las repudie por ser
contrarias a la fe católica. Jugar de esta manera con la fe y la doctrina, al
nivel más alto de la Iglesia, es con razón causa de escándalo entre los
pastores y los fieles.»
A una pregunta de
Cascioli sobre el silencio de sus pastores, el cardenal Burke responde: «La situación se ha visto agravada por el silencio de tantos
obispos y cardenales que comparten con el Sumo Pontífice el deber de velar por
la Iglesia universal. Algunos se han limitado a permanecer en silencio. Otros
fingen que no reviste la menor gravedad. Y otros propagan fantasías sobre una
nueva Iglesia, una Iglesia que emprende un rumbo totalmente novedoso, soñando,
por ejemplo, con un nuevo paradigma para la Iglesia o una conversión
radical de la praxis pastoral de la misma, haciéndola de nueva planta. También
hay promotores entusiastas de la supuesta revolución en la Iglesia Católica.
Los fieles que perciben la gravedad de la situación reaccionan con perplejidad
ante la falta de dirección doctrinal y disciplinar por parte de sus pastores. Y
para los que no entienden la gravedad de la situación, esa falta los deja
confundidos y vulnerables a errores peligrosos para su alma. Muchos que han
entrado en plena comunión con la Iglesia Católica tras haberse bautizado en una
comunión eclesial protestante porque dichas comunidades abandonaron la fe
apostólica sufren intensamente con esta situación: se dan cuenta de que la
Iglesia Católica está siguiendo el mismo camino de abandono de la fe. Esta
situación me lleva a reflexionar cada vez más sobre el mensaje de la Virgen de
Fátima, que nos advierte del mal –peor aún que los gravísimos males originados
por difusión del comunismo ateo– que supone la apostasía de la fe en el seno de
la Iglesia. El número 675 del Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que “Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá
pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes”, y que “La persecución que acompaña a
su peregrinación sobre la tierra desvelará el misterio de iniquidad bajo la
forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución
aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad.”»
El cardenal
Burke señala posibles iniciativas: «Ante semejante situación los
obispos y cardenales tienen el deber de anunciar la verdadera doctrina. Al
mismo tiempo, deben orientar a los fieles para que ofrezcan reparaciones por
las ofensas a Cristo y las heridas infligidas a su Cuerpo Místico, la Iglesia,
cuando la fe y la disciplina no son debidamente salvarguadadas y promovidas por
los pastores. El gran canonista del siglo XIII Enrico da Susa el Ostiense, ante
la grave situación de cómo corregir a un romano pontífice que actúa de modo
contrario a como le obliga su cargo, afirma que el colegio cardenalicio es de
facto un mecanismo de control de los errores papales. Si el Papa no ejerce bien su oficio por el
bien de las almas, no sólo es posible sino incluso necesario criticarlo. Esa crítica debe
ajustarse a las enseñanzas de Cristo sobre la corrección fraterna (Mt.18,
15-18). Primero, el fiel o pastor debe expresar su crítica en privado para que
el Pontífice pueda enmendarse. Si el Papa se niega a corregir su gravemente
deficiente manera de enseñar o actuar, la crítica debe hacerse pública, porque
de ella depende el bien de la Iglesia y del mundo. Algunos han
criticado a quienes han expresado públicamente críticas al Sumo Pontífice, como
si se tratara de una manifestación de rebeldía o desobediencia, pero pedir –con
el respeto debido al cargo– la corrección de una confusión o error no es un
acto de desobediencia, sino de obediencia a Cristo, y por tanto también a su
Vicario en la Tierra.»
Emmanuele Barbieri
(Traducido por Bruno de la Inmaculada para Adelante la Fe)
Nota del MIDP.- Pero cuando un eclesiástico ingresó a una secta o ha
pronunciado una herejía y lo sigue haciendo me manera continua, de manera
insistente, de distintas formas y contenidos heréticos y blasfemos -como lo ha hecho
en múltiples ocasiones Jorge Mario Bergoglio-, “éste pierde su encargo eclesiástico,
sin necesidad de declaración alguna, pues ha caído en Excomunión Latae
Sententiae”. Bergoglio, desde antes de ser fraudulentamente elegido papa
por el Grupo apóstata de “San Galo”, es miembro de la logia ‘Ordo Templi
Orientis’ y de los Rotarios, además de la cruz másonico-egipcia que porta. Y aplaudía
públicamente desde que estaba en Buenos Aires, Argentina, al rector del
seminario rabínico Abraham Skorka cuando afirmaba: “hay que prepararnos para la
llegada del Mesías”, pues ellos afirman que Jesús no es el Mesías y que apenas
ha de venir, y ése es el Davstador Anticristo Maitreya profetizado por Daniel y
el Apóstol San Juan entre muchos otros Profetas católicos. Jorge Mario
Bergoglio ha caído en “ANATEMA”.
¿Qué es la herejía?
La herejía consiste en un rechazo de
las verdades que se han definido y propuesto por la Iglesia Católica como
doctrinas de revelación divina. (Cánones 1324 y 1325 del Código de Derecho
Canónico de 1917)
¿Cuál es nuestra creencia?
“Por la Fe Divina y Católica, es
creencia todo aquello contenido en la Palabra de Dios y en la Tradición, así
como lo propuesto por la Iglesia a través de un pronunciamiento solemne o de
su magisterium ordinario y universal, de origen Divino.”
(Concilio Vaticano I, Denzinger 1792.)
¿Qué carácter asume quién no cree en
todo lo dado por el Magisterio de la Iglesia?
“Cualquier persona bautizada
quien…obstinadamente niega o duda de cualquiera de las verdades propuestas como
creencia por la Fe Divina y Católica, es un hereje.” (C.1325)
¿Puede un “hereje” ser válidamente un
Papa de la Iglesia Católica?
No. La bula Papal Ex
Apostolatus Officio del Papa Pablo IV enseña que: si alguien fuese
un hereje anterior a una elección Papal, no podría validamente
ser un Papa aunque sea elegido unánimemente por los cardenales. El
Canon 188.4 (Ley Canónica de 1917) enseña que si un clérigo (Papa, obispo,
etc.) se convierte en un hereje, pierde su puesto Eclesiástico “sin declaración
alguna, por oficio legal”. San Roberto Belarmino, San Antonio, San Francisco de
Sales, San Alfonso Liguori y muchos otros teólogos enseñan que un hereje no
puede ser Papa. “Si Dios permitiera que un Papa se volviese un hereje notorio y
contumaz, por el hecho cesará de ser Papa, y la silla Apostólica estaría vacante.”
– San Alfonso Liguori, Doctor de la Iglesia: Verita bella Fede. Pt. Iii,
Capítulo. Viii, 9-10.