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sábado, 28 de marzo de 2020

DIOS HABLA SOBRE EL ENGAÑO DEL COVID 19 Y MUCHO MÁS (2 de 6)


¡DIOS HABLA SOBRE EL ENGAÑO DEL COVID 19 Y MUCHO MÁS!
Serie: 1 a 6
2
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V., dado el 5 de marzo del 2020.


Mi Sangre Divina se sigue derramando por todos vosotros, buenos y malos, pero vosotros, Mis pequeños, que estáis Conmigo, ofreced a Mi Padre, Mi Sangre, Mis Dolores, Mi Vida entera por la salvación de vuestros hermanos, que tanto necesitan de cambio.
¡AyudadMe a salvar millones de almas de vuestros hermanos
!
Rosario vespertino - Mensaje ÚNICO  
Primer Misterio. - Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, estuve con vosotros, reuní un rebaño, fue pequeño, pero éste se fue engrandeciendo con el tiempo, Mi Palabra llegó a todos los rincones de la Tierra, todos llegaron a conocer Mi Mensaje, pero no todos lo tomaron. Los que aceptaron vivir, de acuerdo a como se vive en el Cielo, que es lo que os vine a Enseñar, Conmigo están, y algunos, todavía estarán.

Como os dije, Mi Predicación empezó con un pequeño grupo y la Purificación dejará a un pequeño grupo, también. Esto Me da mucha tristeza, Mis pequeños, porque, con esto, os dais cuenta cómo el hombre no ha querido tomar la Sabiduría Divina como modo de vida.

A pesar de que se os dio la Fe, no la quisieron cultivar, no la quisieron incrementar y, satanás, fácilmente, destruyó a esas almas que no se supieron proteger con todo lo que Yo os di, para que os protegierais, para que crecierais en Fe, en Amor, en Virtudes, en vida espiritual. Ciertamente, vinisteis al mundo, a un lugar lleno de maldad, pero con una protección muy grande para poder vencer a las fuerzas de satanás, pero, desgraciadamente, la gran mayoría de vosotros, todavía creéis que las fuerzas de satanás son superiores a las Mías, y, por eso, os atemorizáis ante los acontecimientos que se van dando a vuestro alrededor; y nuevamente, os digo, como les dije a Mis Apóstoles ¿hasta cuándo tendré que estar entre vosotros?

Ciertamente, a esta generación ya se le acabó el tiempo y va a tener que padecer su falta de interés en amarMe y en servirMe. Soy vuestro Dios y Soy vuestro Salvador, y obedecí a Mi Padre, para venir a levantar a este mundo, que estaba subyugado, que estaba muerto, que estaba destrozado por satanás. Algunos Me siguieron, y una gran mayoría se olvidaron de Mí. Varias generaciones han pasado desde que estuve Yo entre vosotros, algunos están Conmigo, pero una gran mayoría, desperdició todo lo que Yo os vine a dar. Os digo todo esto, Mis pequeños, para ver, si entendéis todo lo que Yo he hecho por vosotros y que os podáis salvar, todavía, algunos más.
Os he dicho que ya estáis en Tiempo de Justicia, de Mi Justa Justicia, en donde os tomaré cuentas de todo lo que se os dio, de todo lo que dejasteis entrar en vuestro corazón, pero, también, de todo aquello que desperdiciasteis, que ni vosotros mismos utilizasteis para vuestro bien ni tampoco disteis a vuestros hermanos, para ayudarles a su propio bien.

Como alguna vez dije en las Escrituras: sois una generación perversa, también, vosotros lo sois en este tiempo. Estáis viendo, cómo el mal os está manipulando, os está destrozando, física y espiritualmente y ni así entendéis.

Tanto Yo, como Mi Madre, la Siempre Virgen María, os heMos dado todos los remedios para que podáis vencer a satanás en estos tiempos, pero no queréis entender; satanás se ha infiltrado por todos lados y os hace creer que terminando vuestra vida, termina todo, y otra vez, falta de Fe. No os ha interesado entrar a conocer el Libro Sagrado, la Santa Biblia, para crecer y para que aprendáis lo que tendréis eternamente.

Os habéis materializado tanto, que ya estáis como Mi Apóstol: si no toco, no creo. Pero será demasiado tarde para muchos de vosotros, cuando lleguéis a esa conclusión, veréis, tocaréis, y perderéis lo que estaba reservado para vuestro Bien. Satanás os irá atacando, cada vez, más fuerte, y no estáis preparados para ese encuentro, seguís pensando, solamente en vosotros.
Vuestra misión, que es la de salvación de vuestra alma y la de muchos de vuestros hermanos, a través de vuestra oración, a través de vuestra donación, a través de vuestra intercesión, no se ha dado, ni os importa.

Si no estáis preparados para luchar por vuestra salvación, ¿estaréis preparados, entonces, para sufrir eternamente?, y aun así os mantenéis sin Fe, sin interés de lo que os pueda suceder.

Satanás es un enemigo difícil, que os conoce perfectamente, y que os pone toda clase de tentaciones, para que no Me sigáis, porque os ha faltado la oración y la vida Sacramental, éstas dos, principalmente, os unen Conmigo, pero si no Me queréis conocer, si no os interesa convivir Conmigo, estáis perdidos y os lo digo así, Mis pequeños, estáis perdidos.

Los acontecimientos, como os dije, se seguirán incrementando y todavía, esto lo permitiré por Misericordia hacia todos vosotros, Mis hermanos, a los que vine a salvar. Todavía, muchos Me negaréis, no os interesará vuestra vida futura eterna, pero os pido, a vosotros, los que sí habéis entendido y aprendido de Mí, que sigáis orando por vuestros hermanos necios, testarudos, pecadores; tomadlos, como podáis, en oración y ponédMelos en Mi Corazón.

Sufrí y Morí por todos vosotros y especialmente, por los testarudos, que Yo, ya, desde ese momento de Mi Pasión, os conocía, pero, os he dicho, también, que la oración cambia todo y por eso acudo a vosotros, los que Me amáis, y que amáis a vuestro prójimo, que pidáis por todos aquellos de corazón duro, para que puedan entender, cuando menos, un momento antes de morir, el error en el que estaban.

Prácticamente vivís como si nada os importara, pero los acontecimientos os harán cambiar. Mi Sangre Divina se sigue derramando por todos vosotros, buenos y malos, pero vosotros, Mis pequeños, que estáis Conmigo, ofreced a Mi Padre, Mi Sangre, Mis Dolores, Mi Vida entera por la salvación de vuestros hermanos, que tanto necesitan de cambio. Ciertamente, actúan mal, cometen mucha maldad y errores que vosotros odiáis, pero Mi Amor perdona todo eso y más.

Confiad, pues, Mis pequeños, en que todavía se pueden salvar infinidad de almas, si vosotros Me lo pedís, no perdáis la Fe y la Confianza en Mí, vuestro Salvador.

Yo conocía, ya, perfectamente, todos estos tiempos y los que vienen, y por eso, os repito, que se pueden salvar, todavía, muchas almas, si los que están Conmigo, oran por sus hermanos. Gracias, Mis pequeños.

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