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domingo, 2 de junio de 2013

LA SANTA IRA DE DIOS SE IMPACIENTA POR TANTO ABORTO Y PACTOS DEMONÍACOS; TORNADO Y TSUNAMI AZOTARÁN A MÉXICO.


Mensaje de “Nuestro Señor Jesucristo” a México y al Mundo a través de la Profeta Sierva del Monte Carmelo, dado en el Cenáculo de Oración de los Apóstoles de los Últimos Tiempos el lunes 27 de Mayo del 2013 a las 15 hrs.

·        En cada uno de ustedes Estoy Yo, no cometáis más abortos.

·        La Santa Ira de Dios se está impacientando ante tanta sangre derramada, con tanto pacto satánico.

·        Luchad y armaos ya contra los poderes infernales.

·        Un Tornado y un Tsunami azotarán a México.

Habla Nuestro Señor Jesucristo:
Mis muy amados hijos, habéis contemplado hoy a Mi Madre como Reina de los Profetas, pero Ella está muy triste. Vosotros os dais cuenta que sangran mucho Nuestros Sacratísimos Corazones por la dureza e insensibilidad de millones de hijos Nuestros en el Mundo entero.
Nuestros Corazones están tristes y sangran al ver que millares de madres asesinan a sus propios hijos, los expulsan despedazados desde sus vientres, vientres que deberían ser el cobijo, el refugio sagrado de sus y Nuestras criaturitas. Visto desde el punto de vista espiritual, toda mujer debería imitar a Mi Madre cuando me cobijó en Su Vientre Virginal; Mi Madre era sin duda una Custodia Viviente de Mi Cuerpecito, ciertamente, del Cuerpo de vuestro Cristo donde Yo, me iba formando.
En los Templos vosotros Me adoráis ahora en las Custodias que están sobre los Altares, pero Yo os he dejado en Mis Palabras la enseñanza de que “en cada uno de ustedes Estoy Yo”; y cuando arrojáis de vuestros vientres a vuestros hijos, Me arrojáis a Mí, ¿no lo entendéis? 
Mi Padre os pedirá cuenta de tan atroces crímenes, pues debéis saber que las torpes leyes de los hombres que auspician el aborto, se oponen a Mi Divino Mandamiento: “No Matarás”.
¿Qué clase de mujeres son aquellas que asesinan a sus hijos, qué clase de mentalidad tienen las mujeres que argumentan que ellas tienen el derecho de decidir qué hacer con su cuerpo; y pretenden olvidarse de que si fecundan, hay un nuevo ser que han traído dentro de su propio ser y que también tiene derecho a la existencia?. ¿Por qué estas mujeres no piensan que ellas podrían no haber existido ni culminado sus vidas si a su vez sus madres las hubieran abortado?
Cuando dos personas se unen y fecundan un nuevo ser, es porque Dios ha Soplado Su Aliento de vida y esto es una maravilla, es el milagro de la vida en el que Dios participa junto con los que deben ser los padres.
Cada alma que Dios Padre Creador permite que baje al Mundo viene a cumplir una misión y a edificar el Reino de Dios en la Tierra, y quienes  abortan a sus hijos impiden que cumplan esa misión y se vuelven matricidas. Deben tener grabado en su corazón, el hecho de que ser madre, es un título de altísima dignidad para el Cielo.
Todas las almas están dotadas con diferentes dones y cualidades concedidos por Dios Padre, vuestro Creador. Todos vosotros estáis dotados de talentos distintos para que podáis realizar las tareas y las funciones requeridas para el desarrollo de vuestra vida personal, familiar y social. Dios ha convertido a sus hijos, los humanos, en co-creadores para la continuidad de la especie humana y sois las criaturas más amadas de toda Su Creación; tan amados sois, que hasta a los Ángeles pidió que os sirvieran y custodiaran.
Mirad qué grandeza de vuestra creación, porque esta decisión Divina hizo enfurecer a un tercio de los ángeles del Cielo, quienes seducidos por la soberbia de Lucifer, se negaron a obedecer el Mandato del Creador y fueron expulsados del Cielo. Esto os lo recuerdo para que veáis qué lugar ocupáis en la Mente y en el Corazón del Padre Eterno; y para que os sirva de referencia y os deis cuenta de cómo los demonios en su odio contra los humanos os seducen para que las mujeres asesinen a sus propios hijos, cometiendo actos tan abominables que ni las bestias realizan.
Sabed que se cometen más de diez mil abortos diarios, destruyendo lo más sagrado de la Creación, “la vida humana”; recordad además que “sois creados a imagen y semejanza de Dios”, en vuestro espíritu y en vuestra alma.
¡Oh madres y padres que asesináis a vuestros hijos, qué cuentas daréis al Padre Eterno que concede el Soplo de Vida para la existencia y para que vengan al Mundo vuestros hijos a cumplir una misión! Madres y padres, médicos, jueces, legisladores y muchos más sois crueles asesinos que faltáis al Mandamiento: ¡NO MATARÁS! y de ello habréis de dar cuenta ante el Creador y ante Mí, como Justo Juez y Rey.
Por otra parte, hijos Míos, he de deciros que muchos de Nuestros hijos en los Grupos de Oración, se escandalizan y se muestran poco maduros espiritualmente cuando se habla o se toca el tema de los demonios. Estos pobres hijos nuestros quieren que todo lo que se diga y se hable en los grupos de oración sea solo sobre cosas bonitas; estos hijos se parecen a las avestruces que ven venir al león y prefieren enterrar sus cabezas bajo la tierra para no ver su llegada a destrozarles. Estos hijos nuestros se muestran desorientados al no saber reconocer los signos de los tiempos”. Aprended a reconocer los tiempos y los signos que os ha tocado vivir, no os suméis a quienes no quieren reconocer que estos son tiempos propios del Apocalipsis, tiempos álgidos de la Gran Batalla que va cuesta arriba; lapso que abarca desde Génesis 3,15 hasta el Apocalipsis 12 y siguientes, leedlos y pedid al Espíritu Santo que os venga a asistir para que entendáis su significado.
Estos hijos no quieren darse cuenta que en estos tiempos estas batallas no se ganan con ametralladoras o armamento similar, no quieren reconocer que se trata de una guerra espiritual, de un combate contra los entes del mal, contra los demonios; y por lo tanto, para ganar estas batallas han de armarse y combatir con protecciones y armas espirituales, tal como os lo advirtió San Pablo.
No es una guerra frontal contra los seres humanos, sino contra los entes del mal que los manipulan, los influyen y los poseen. Es una guerra contra las alianzas con demonios. Es una guerra donde han de romperse los pactos infernales, donde han de nulificarse los sellos demoníacos, donde han de romperse las maldiciones y los conjuros, los hechizos, las brujerías y los ritos infernales.
Mirad como la Santa Ira de Dios se está impacientando ante tanta sangre derramada, con tanto pacto satánico, con tantos corazones secos e insensibles que se asocian a los demonios quienes luego se volverán en su contra como sus verdugos.
Yo les digo a nuestros hijos de esos Grupos de Oración, que abran bien los ojos a la realidad de estos tiempos y que ya es tiempo de que se den cuenta que la lucha no es contra vuestros hermanos los hombres, sino contra los gobernadores, contra las potestades, contra las legiones y las huestes que aunque no las veáis, realmente os acosan con más fuerza por el tiempo que os toca vivir.
El infierno existe con sus demonios y andan entre vosotros. Pero entended algo muy importante: los demonios necesitan que los humanos los invoquen para poder actuar, para tener poder entre vosotros; pero vosotros tenéis poder sobre estos entes infernales.
 Mi Hijo os dijo: “Todo aquel que tenga suficiente Fe, en Mi Nombre, impondrá las manos y sanará a los enfermos; y liberará a los atormentados por los demonios”, y Yo os digo que si algún obispo o sacerdote o supuesto teólogo os diga que sólo ellos pueden hacerlo, la Palabra de quien es La Palabra se cumple y Yo la respaldo; aprended a hacerlo. 
Ninguna ley, ni siquiera canónica, puede estar sobre La Santa Palabra, ninguna disposición ni ordenamiento eclesiástico puede estar sobre las Sagradas Escrituras, entendedlo bien y no os dejéis manipular.
Dejen de seguir pensando irracionalmente y fuera de las Enseñanzas de Mi Santa Palabra, luchad y armaos ya contra los poderes infernales. ¿Qué no entienden que ésta es una lucha espiritual? No os dejéis engañar cuando alguien os diga que estas son actitudes meramente morbosas o anticuadas, ni caigáis fuera de la enseñanza de la Iglesia cuando os digan que los demonios no existen, que cada quien tiene sus propios demonios, esto tiene otro sentido. Otros querrán deciros que los demonios no existen, que son géneros literarios; aunque os lo diga un cardenal, obispo o sacerdote mal instruido o aliado con las fuerzas infernales; ellos quieren desviar vuestra atención y confundir vuestros pensamientos y actitudes para que sigáis cayendo en el pecado y en el error y os suméis a las filas de los desertores de las filas de los grupos de oración, ya por ignorancia, ya por cobardía.
Todos saben que la Iglesia ha sido infiltrada a manera de Caballo de Troya y que en la cúpula vaticana se encuentran muchísimos siervos de Satanás y de otros demonios, ellos mismos niegan la existencia de demonios pero practican ritos negros, esto no es novedad, por eso se os ha avisado que pronto vendrá un cisma en la Iglesia, será separado el trigo de la cizaña. Ya está la lucha cardenal contra cardenal y obispo contra obispo.
¿Por qué entonces os da miedo hablar de demonios cuando los hacéis parte de vuestra vida, de vuestro hogar y de vuestro diario vivir con los actos y los crímenes que cometéis? Abrid ya vuestros ojos y vuestras inteligencias, que se os caigan las vendas que os quieren imponer aún los mismos clérigos asociados al reino de las tinieblas. No les deis poder, ellos son solamente espíritus, espíritus del mal, podéis combatirlos y someterlos, son ellos quienes os deben temer y no vosotros a ellos. Yo comparto Mi Poder a Mis seguidores y servidores, a los guerreros de Mi Madre, la Emperatriz del Ejército Mariano, a Su Calcañal.
Por otro lado, hijos Míos, hoy también he venido a este Cenáculo, a deciros que próximamente México experimentará la presencia de un poderoso Tornado y de un gran Tsunami que azotará fuertemente a vuestro país -la profeta ve como un triángulo-. Muchos reconocerán que esto es como un suceso ilógico, el hecho de que se presente un tornado en un Estado donde ni siquiera se piensa que pudieran acontecer eventos de esta naturaleza. 
Las personas querrán tratar de explicar estos eventos desde el punto de vista de las ciencias humanas; pero os digo que estos sucesos acontecerán para que se constate y se entienda que se está impacientando la Santa Ira de Dios.
La Santísima Virgen María se hace nuevamente presente ante el Cenáculo de Oración, da instrucciones a la Profeta y Vidente para los integrantes del grupo reunido y procede a bendecirlos:
“Yo Soy la Reina de los Profetas, y os bendigo en el Nombre de Dios Padre Creador, en el Nombre de Mi Hijo Jesús ante el cual toda rodilla se dobla, en el Cielo, en la Tierra y en todo lugar; en el Nombre de Mi Divino Esposo, el Espíritu Santo; y en Mi Nombre”. Amén, amén, amén.

Mensaje Certificado por el MIDP, SMC-77/27/05/13